La oración es de base universal. Ha sido usada, en todos los casos, para conectar con una fuerza, con un ente superior, en el caso del cristianismo, la focalización está en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu. La oración a la sangre de Cristo tiene variaciones. No es directa, puesto que no es preciso se haga directamente a Jesús, sino que puede ser manifestada a Dios, pero con incitaciones o variantes en cristo. A continuación, te mostraremos un ejemplo.
Oración A La Sangre de Cristo
Padre nuestro, que moras en los cielos, santificado sea tu preciado nombre, venga nosotros tu voluptuoso reino y hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Bríndanos hoy el pan de cada día, perdonas nuestros pecados, así que nosotros perdonamos a aquellos que hozan ofendernos.
No nos dejes caer en la tentación y libéranos de las ataduras del mal. ¡Oh, Padre de Todas las Cosas! Tú que has creados las magnificencias de éste mundo; les has brindado con el ser y engendrado en ellos la armonía y equilibrio. Están tan llenas de tu misterioso encanto, que tocan el corazón de un ser tan piadoso.
¡Oh, Rey de los Cielos! Tú nos has llevado a la existencia, exponiéndonos a nosotros, y situándonos entre ti y todas las cosas. De acuerdo a tu modelo, mientras nos creas con total autoridad y veleidad, nos has dotado de tu poderosa soberanía.
Has dejado que el hombre se haga carga del mundo al que le has dado vida, con el fin de que nos sirvamos y complementemos en él tu grandiosa obra. Pero en éste instante, mientras nuestro dominio se transforma en rebelión y robo, si no nos doblegamos ante tu poderío, que eres el único capaz y digno de llevar consigo la corona eterna, eres Señor por derecho propio, y lo seguirás siendo por la eternidad.
Tu gran generosidad Dios, no has brindado del lecho de tu mando, observando como simples criaturas se regocijan ante tu majestuosidad; no has temido por tu soberanía al proporcionarle a tu más grande creación la capacidad para confiar sobre ellos mismo y en tu voluntad.
¡Grande y verdadero Rey eres tú! Ten despierto mi corazón para que se halle frente a ti en cada momento, haz que mi rol se convierta en ese dominio y que mi sumisión a tu palabra se haga valer por tu llamado. Amén.
¿Por qué es importante orar a Dios?
La oración es la comunicación con Dios, el creador de todo lo existente. A pesar de que su superioridad es evidente, aun así, está cerca de cada uno de nosotros. Lo más representativo a esta focalización la encontramos en Santiago 4:8 donde reza que ‘Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes’.
Aprender a orar es fundamental para afianzar nuestra fe y hacer crecer, de forma significativa, cualquier precepto de nuestra cotidianidad. La oración puede servir para conectarnos con Dios, puede ser útil para mejorar la relación con nuestra pareja, hijos o amistades; inclusive, para aumentar el rendimiento laboral. La base de esto es la solicitud a Dios de sabiduría, protección y dirección.